Actividades Arqueológicas: Seguimientos

Zona Arqueológica de Villavieja, Berja (Almería)

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Con motivo de la labores de adecuación de la Zona Arqueológica del cerro conocido como Villavieja (conjunto declarado Bien de Interés Cultural con expediente incoado para su declaración de Bien de Interés Cultural, Zona Arqueológica (BOE de 11-12-1987 y BOJA de 17-11-1987) de cara a su puesta en valor turístico se |
proyectó la ejecución de una intervención arqueológico preventiva.
Y es que nos encontramos ante un cerro que sirvió de solar de la ciudad romana de Veréis, núcleo con categoría de Stipendiaria dentro de la estructura provincial de la Bética.
Con toda probabilidad el asentamiento romano vendría a dar continuidad a un núcleo íbero, según se desprende del material cerámico recuperado en superficie fechado en el s. VII a.C.
El porte de la ciudad romana lo viene a confirmar la presencia de un anfiteatro, edificio del s. I semiexcavado en el llano a los pies de Villavieja, el único conocido en toda la provincia de Almería y uno de los doce de la Bética. Conserva la Arena, enmarcada por muros de mampostería trabada con mortero que le dan su característica forma elíptica; además de los restos de un par de estancias en los extremos del eje menor a modo de habitáculos o Cubicula.
De igual modo fue destacado el periodo paleocristiano según se desprende de los diversos hallazgos casuales y/o fortuitos de monedas y cruces y, sobretodo, de un imponente sarcófago tardorromano (s. IV) realizado en mármol localizado en La Jarela (barriada de Alcaudique) y trasladado al Museo Arqueológico Nacional dada su significación y singularidad.
Hacia el 790 se documenta el asentamiento de la familia yemení de los Banu Hassan en la zona fundando probablemente Benejí. Parece ser que es en esta época cuando se levanta una fortificación en el antiguo solar de Vergi y se constituye un asentamiento a sus pies que será conocido en las fuentes como Barya, formando parte de la Kura de Ilbira.
Se trata de un asentamiento de entidad que ejerce una cierta “capitalidad”, por así decirlo, sobre el territorio que se le circunscribe: una red de pequeños asentamientos de carácter rural (al-qurá o alquerías) y autárquico organizados en base a la estructura clánica propia de la sociedad islámica, y que en el caso que nos ocupa se situaría en torno al cerro amesetado de Villavieja, donde se erige la fortaleza que proporciona protección y refugio temporal a las diversas alquerías que conforman el territorio de Barya y que a su vez es residencia del representante del poder central.
A medida que se desarrolla el periodo medieval y la presencia islámica en la zona el núcleo situado en el cerro va adquiriendo cada vez más peso específico, llegando en el periodo nazarí a detentar diversos elementos y funciones propias de las ciudades (mudun), a pesar de no ser considerada por las fuentes como tal. |
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Nos encontramos ante una estructura de urbanismo disperso en la cual el hábitat principal se sitúa dentro del recinto fortificado de Villavieja, resultando un conjunto de unas 7,5 Ha. bien guarnecida y abastecida, como lo denotan los imponentes paños defensivos y torreones y sus tres aljibes, que desarrollaría funciones de carácter urbano y respecto al cual gravitan, no sólo una serie de núcleos de menor entidad con los que se articularía el territorio circundante, sino también diversos elementos de connotaciones urbanas.
Berja, junto al resto de tahas alpujarreñas, pasa a formar parte del patrimonio de los Reyes tras la rendición y entrega de territorios afines de El Zagal en 1489, adquiridos como propios, y como tal podían disponer y hacer uso de ellos según consideraran. Es partir de entonces cuando Berja queda acogida a las Capitulaciones concedidas a todas aquellas ciudades, villas y lugares que se entregaran en los sesenta días siguientes a la entrega de Almería (22 de diciembre de 1489). Dichas Capitulaciones se fueron cumpliendo en los primeros tiempos.
Con la capitulación de Boabdil la taha virgitana pasó a engrosar los dominios que a éste otorgaron los Reyes Católicos en su retiro alpujarreño.
Finalmente acabará siendo vendida a los Católicos cuando el Rey Chico decide trasladarse al norte de África.
Es a partir de entonces cuando, en vistas de la repliegue de la población musulmana y del alto grado de migraciones al Magreb por parte de esta población, ahora ya, morisca, el nuevo poder castellano, en vistas del creciente malestar morisco debido al incumplimiento de buena parte de las Capitulaciones, decide desarticular el cerro de Villavieja y las defensas que en él existían con el objeto de evitar su uso en caso de asalto morisco por parte de éstos. Paralelamente se lleva a cabo la repoblación de la zona con cristianos viejos procedentes de Castilla y de Andalucía.
La intervención arqueológica consistió básicamente, y atendiendo a la naturaleza de las obras proyectadas para la puesta en valor y acondicionamiento del conjunto de caras a visitas de carácter turístico, por un lado en un reconocimiento superficial de aquellas áreas en las que se van a desarrollar los caminos-veredas que recorrerán el conjunto arqueológico desde el anfiteatro en el llano, hasta la alcazaba medieval, el la cumbre el cerro. En dicha prospección se recuperó material cerámico de adscripción cronológica básicamente medieval, si bien se recuperaron, en la parte alta del cerro, algunos fragmentos de cerámica romana.
Por otro se realizó el seguimiento de todos aquellos movimientos de tierras asociados a dichas obras y que pudieran afectar al patrimonio arqueológico emergente. Así sucedió en la zona de la llamada Puerta Secundaria sobre la cual pasa una de las sendas-veredas. A causa de ello se procedió a una limpieza manual superficial de dichas estructuras con el objeto de constatar la entidad arqueológica de los restos y el grado de afección sobre ellos, cubriéndolos posteriormente con geotéxtil y tierra para su mejor preservación. |

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